Decenas de miles en las manifestaciones del 25N contra la violencia machista y la derecha franquista
Un año más las mujeres trabajadoras y jóvenes, acompañadas por nuestros compañeros, hemos vuelto a tomar las calles de todo el mundo en el Día Internacional contra la Violencia Machista. Desde Latinoamérica hasta las plazas de decenas de ciudades de Europa, millones exigimos el fin de esta lacra que nos asesina, oprime y explota.
Alicia V. Rubio, la vocera de Vox que interpuso una querella criminal al Sindicato de Estudiantes por luchar contra su homofobia
Marina Mata · Ejecutiva Estatal Sindicato de Estudiantes
Aquí puedes leer la querella de Alicia Rubio al Sindicato de Estudiantes
Durante los últimos días hemos sido testigos de cómo la extrema derecha sigue arremetiendo contra los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBI. Una de sus principales voceras es Alicia V. Rubio, diputada en la Asamblea de Madrid, que se ha hecho famosa por afirmar que “el feminismo es un cáncer” y que “coser botones empodera mucho”.
Manifestaciones 25 de noviembre • Llenemos las calles contra la violencia machista y la opresión capitalista
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El lunes 25 de noviembre es el Día Internacional contra la violencia machista y a lo largo y ancho del mundo se celebrarán masivas manifestaciones en respuesta a esta lacra. Como ya hemos hecho en multitud de ocasiones -desde el 8 de marzo, pasando por las movilizaciones masivas contra la justicia patriarcal que amparó a “la Manada” y, ahora a la “Manada de Manresa”- en el Estado español volveremos a exigir el fin de la violencia machista que año tras año nos explota, oprime, humilla y asesina.
Gobierno PSOE-Unidas Podemos. ¡Es el momento de tumbar los recortes, las contrarreformas y la represión!
Menos de 48 horas después de las elecciones Pedro Sánchez y Pablo Iglesias anunciaban un acuerdo para formar un gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. Haber dado al traste con los planes de los capitalistas, que distaban mucho de querer esta situación, ha sido fruto de la lucha de los millones de jóvenes y trabajadores que en los últimos años hemos protagonizado auténticas movilizaciones de masas por nuestros derechos más básicos: nuestra presión en las calles – y en las urnas – ha logrado frenar a la derecha.
Trabajadoras de Artiach se enfrentan a la empresa tras 16 años como eventuales
A continuación reproducimos un artículo de Paulino Oribe sobre la lucha de estas trabajadoras y la precariedad a la que han sido sometidas por parte de la empresa durante años.
Artiach, el rostro femenino de la precariedad
Varias trabajadoras se enfrentan a la galletera tras 16 años como eventuales. Fueron despedidas después de que inspección de trabajo requiriera que pasaran a ser fijas. El juez ya ha dado la razón a una de ellas y obliga la empresa a readmitirla
Ainhoa ha trabajado para la fábrica de galletas Artiach, ubicada en Orozko, 16 años. Toda una vida laboral en la que ha sumado ni más ni menos que 750 contratos, «de un día, de tres, de fines de semana, de vacaciones de verano o para cubrir una baja laboral»... Unas veces a través de la propia empresa, los más por medio de una ETT. Ainhoa es una de esas trabajadoras -en su mayoría las temporales son mujeres- atrapadas en la rueda de la eventualidad, a la que llaman de un día para otro para cubrir un puesto, trabajando los días justos para que la empresa no tenga que cambiar tu tipo de contrato, esperando siempre la llamada de la empresa, sin poder planificar vacaciones, ni fines de semana, ni horarios...Siendo plantilla sin serlo. Esperando un contrato fijo que nunca llega.
Animadas y apoyadas por el sindicato LAB, Ainhoa y otras seis compañeras de esta empresa en igual situación pusieron en manos de la inspección de trabajo su vida laboral, lo que sirvió para que la inspección constatara suficientes irregularidades como para determinar que la empresa debía hacerlas trabajadoras fijas.
«La inspección vio no sólo la alta eventualidad a la que se nos sometía sino irregularidades en la contratación como que nos hicieran un contrato para cubrir una baja y coincidiera en el trabajo con la persona que se suponía que estaba sustituyendo o interinidades para puestos que en realidad eran fijos», relata Ainhoa. «Yo era eventual y he tenido que enseñar a trabajadores fijos cómo funcionaban las máquinas ¿te lo puedes creer?»
Artiach hizo caso omiso al requerimiento de la inspección y sólo realizó un contrato fijo a una de ellas que en ese momento cubría una baja de un año. A las demás las despidió sin contemplaciones el mismo día o al siguiente de que llegara el requerimiento de la inspección, el 5 de junio de este año. Bien con un despido disciplinario por «falta de rendimiento», o haciéndolas firmar su final de contrato antes de tiempo, o no volviéndolas a llamar cuando estaba comprometido dando por finalizada su relación con ellas.
Un juez de Bilbao acaba de dar la razón a una de ellas, Amaia Laconcha, sentenciando que su despido tras 16 años en la empresa es «nulo», porque se ha producido como represalia por denunciar su situación y que por lo tanto se ha vulnerado el derecho fundamental de indemnidad, que protege a los trabajadores frente a represalias por parte de la empresa después de haber reclamado sus derechos laborales.
Amaia ha sido dada de alta en la seguridad social y la empresa le paga la nómina, pero mientras se resuelve el recurso que ha presentado contra el fallo del juez, la dirección le ha comunicado mediante burofax que no vaya a su puesto de trabajo. «Es otra forma de machacarme psicológicamente. Me dejan claro que no me quieren por allí, pese a todos los años que he trabajado en la empresa», lamenta. «Yo lo que quiero es seguir trabajando».
Sus compañeras esperan ahora la resolución de sus denuncias contra sus despidos con un «sabor agridulce», porque el mismo día que salía la sentencia favorable a Amaia, otro fallo dio la razón a la ETT que las contrataba y a Artiach. Pese a que las condiciones de la trabajadora, que no quiere hacer público su nombre, eran las mismas que las de su compañeras, se aprecia caducidad de la demanda porque dicha trabajadora se encontraba en días de «pasivo laboral», periodos de descanso para no superar los días máximos de contratos eventuales que fija la legislación.
La resolución para el resto de las trabajadoras no se conocerá ya hasta el año que viene. El juicio de Ainhoa será el primero, el 16 de enero; el 4 de febrero el de Azucena; el de Sonia el 17 de marzo. «Toda esta lucha no sé si nos va a servir para nosotras ya», dice Azucena, que durante 13 años en la empresa acumuló más de 500 contratos que se registran en más de 24 páginas de vida laboral. «Lo que estamos haciendo importa por las que vienen detrás, para que no tengan que pasar por lo que estamos pasando nosotras. Porque hay que demostrar que no todo vale y acabar con esta precariedad».
Mientras esperan todas lamentas cómo las está afectando esta situación en su vida personal. «Cuando fui a recoger la carta de despido, que el mío fue disciplinario, tuve que ir con mi hijo de siete años», cuenta Sonia de 43 años, que ha trabajado 11 años para Artiach, y que tuvo que oír que se la despedía por bajo rendimiento. «Vamos por vaga», dice. «Cuando volvíamos a casa mi hijo me decía: 'Ama, tú no eres vaga'. Es complicado enfrentarte a eso».
Todas quieren volver a «su» empresa, «pero con las condiciones que nos merecemos» y recuerdan con cariño el trabajo que hacen -o más bien hacían hasta ahora-, que les permitía llevar «un poco de felicidad a los hogares en forma de galletas» tan conocidas para todos como Chiquilín, Dorada, o Filipinos.
20 universidades públicas organizan debates a favor del 'trabajo sexual'. La esclavitud sexual no se debate, se combate
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Hace unos días conocíamos la noticia de que 20 universidades públicas están impulsando distintas “actividades de debate y reflexión feminista sobre el trabajo sexual”, argumentando que la prostitución es un “trabajo no reconocido” y que hay una necesidad de darle voz. Desde Libres y Combativas queremos denunciar este intento de blanquear la explotación sexual en nuestras universidades. Utilizando la supuesta defensa de los derechos de las mujeres víctimas de la trata y la prostitución, la realidad es que con estas charlas se pretende legitimar la explotación sexual como una actividad laboral tan respetable como otra cualquiera, escondiendo el auténtico rostro de una de las formas de violencia machista más cruel contra nosotras.
La prostitución es una de las mayores lacras de este sistema machista y patriarcal sobre las mujeres pobres y un lucrativo negocio que llena los bolsillos de empresarios, capitalistas y proxenetas (no es ninguna casualidad que la regularización de esta práctica, así como los vientres de alquiler, sea un uno de los principales puntos del decálogo del feminismo liberal y burgués).
Nuestros cuerpos no son mercancía
Es absolutamente inaceptable que ciertos sectores que se denominan feministas aboguen, en la práctica, por legalizar el abuso, las violaciones y la violencia machista contra las mujeres más vulnerables. Y todavía es más escandaloso que se utilice la excusa del “debate democrático” y la “libertad de expresión” para organizar estas actividades en las universidades públicas. No tiene nada de democrático blanquear al lobby proxeneta o mentir abiertamente diciendo que la prostitución es una elección libre. ¡No vamos a permitir que se lave la cara al patriarcado y al capitalismo!
Como se ha demostrado en multitud de ocasiones, el movimiento feminista es abolicionista. Las mujeres jóvenes y trabajadoras, junto a nuestros compañeros, hemos levantado una bandera clara contra la explotación sexual y todas sus formas de esclavitud. La forma de luchar por los derechos de las mujeres prostituidas y las víctimas de la trata no es legalizando su esclavitud sino batallando con todas nuestras fuerzas para acabar con ella. Somos abolicionistas porque defendemos que cualquier ser humano tiene que tener garantizado el derecho a una vida libre y digna, algo que este sistema nos niega constantemente. Somos las más firmes y consecuentes defensoras de los derechos de las mujeres trabajadoras por eso reivindicamos que nuestros cuerpos ni se compran ni se alquilan.
El movimiento feminista no puede avalar la propaganda de las voceras a sueldo del capital del lobby proxeneta que tiene en el Estado español esclavizadas a más de 600.000 compañeras pobres e inmigrantes, ni dar carta de legitimidad a expresiones como “trabajadoras sexuales”.
Abolicionismo y feminismo anticapitalista y revolucionario
Sabemos que la lucha para acabar con la esclavitud sexual forma parte de la lucha para acabar con el sistema económico que sustenta la violencia contra nosotras: el capitalismo. La única forma de acabar con la opresión hacia las mujeres es enfrentándonos a los poderes económicos y al aparato del Estado que protege a los proxenetas. Por eso, aunque el PSOE se ponga la etiqueta de abolicionista, es todo papel mojado y feminismo de postín si no se hace nada por cambiar las condiciones materiales que empujan a las mujeres más pobres a las garras de la prostitución.
Desde Libres y Combativas sostenemos una posición abolicionista de clase y revolucionaria. Exigimos:
• Endurecimiento de las penas a los proxenetas, traficantes de personas y beneficiaros de la explotación sexual de seres humanos
• Depuración inmediata del aparato del Estado de todos los colaboradores con las redes de proxenetismo y trata
• Retirada inmediata de las ordenanzas municipales que persiguen y marginan a las mujeres prostituidas
• Puesto de trabajo digno o subsidio de desempleo indefinido para todas las mujeres víctimas de la trata
• Acceso universal y gratuito a la sanidad y a la educación y por una vivienda digna
• Derogación de la Ley de Extranjería: derecho a la ciudadanía para todas las prostitutas extranjeras
Para asegurar una alternativa viable e inmediata para las mujeres que están encerradas en prostíbulos o las que son empujadas a la calle, es necesaria la lucha y la organización para acabar con la miseria, la degradación moral, la desigualdad y la violencia que este sistema criminal, el capitalismo y los gobiernos a su servicio, provoca contra la mayoría de nosotras.
¡Abolición de la esclavitud sexual! ¡Únete a Libres y Combativas!