¡Basta ya de justicia patriarcal! ¡No es abuso, es violación!

Este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha emitido una sentencia salvaje sobre el caso de la violación múltiple de Arandina. La sentencia inicial de la Audiencia Provincial de Burgos había dictado 38 años de prisión para cada uno de los violadores y ahora el Tribunal Superior de Justicia absuelve a uno de ellos y rebaja las penas de los otros dos a 4 y 3 años de prisión, respectivamente.

Una vez más, como en anteriores sentencias machistas, dictan que ha habido “abuso” pero no “violación”, porque, no puede probarse que se intimidara a la víctima. Se amparan en que el relato de la joven de 15 años que fue víctima de esta brutal violación presenta “fisuras”. ¡Una vez más juzgan a la víctima y no a los agresores!

Y esto ocurre apenas tres días después del decreto del Estado de alarma. La justicia patriarcal ha aprovechado la gravísima crisis sanitaria provocada por el coronavirus para colar por la puerta de atrás otra sentencia machista, en un momento en el que, además de la incertidumbre y el miedo que golpea a la población, estamos confinadas y confinados en casa y no podemos salir a las calles para mostrar nuestro rechazo. Es más que evidente que los jueces y juezas machistas han tomado nota de las movilizaciones que protagonizamos contra otras sentencias como la de la Manada de Manresa o la Manada de Pamplona, y que consiguió arrancar a esta justicia franquista y patriarcal que se juzgara por violación, y no por abuso, a los agresores.

El carácter reaccionario de esta justicia

El pasado 24 de noviembre de 2017 tres jugadores del equipo de fútbol La Arandina, en la localidad de Aranda del Duero (Burgos) violaron a una joven de 15 años en el piso compartido que el Club facilita a los jugadores. La joven conoció a sus agresores por las redes sociales y cuando llegó a su apartamento, se encontró con la luz apagada y tres chicos desnudos mucho mayores que ella, que la intimidaron y violaron en grupo. A pesar de que tanto las declaraciones de personas allegadas, las pruebas presentadas y el informe psicológico a la menor corroboran el testimonio de la víctima y confirman que sí hubo una violación, la derecha y elementos reaccionarios del entorno de los agresores iniciaron una campaña infame de criminalización a la joven, acusándola de mentir. Una campaña en la que se puede destacar a Alonso Mendoza, candidato de Vox por Madrid que aseguró que "por muy menor que sea, esa chica es una arpía de tres pares de narices, igual que su madre, que prefiere tener a tres inocentes en la cárcel antes que admitir que ha criado a una fulana”.

Ahora el Tribunal Superior de Justicia se pone una vez más del lado de estos reaccionarios y cuestiona a la víctima. De hecho, la sentencia reconoce que el relato de la víctima es totalmente creíble en cuanto “a la realidad de los hechos ocurridos en el salón del piso”, pero no así en la forma “en que se produjeron”. La Sala, continúa la resolución, “no considera probada la existencia de intimidación” apoyándose en “contradicciones” que se ponen de manifiesto en la declaración de la víctima. Una vez más, se vuelve a criminalizar a la víctima y a poner en duda su testimonio. ¡Es un auténtico escándalo! ¡Este es el carácter franquista y patriarcal de esta justicia!

Contra este sistema criminal: ¡La lucha es el único camino!

Gracias a las movilizaciones masivas de cientos de miles de mujeres jóvenes y trabajadoras, que junto a nuestros compañeros hemos salido a las calles de todo el Estado sin descanso contra esta justicia criminal, que hemos señalado directamente a este sistema capitalista que la ampara, se consiguió echar atrás la sentencia de la de La Manada de Pamplona. Esta es una lección muy valiosa de cómo se consigue echar atrás estos ataques: demostramos que el único camino para hacer frente a las instituciones judiciales y su ADN machista y franquista, que absuelven a maltratadores y violadores, es la movilización decidida de millones en las calles.

Por eso no es casualidad que la semana del 8M, la Ministra de Igualdad, Irene Montero, presentara el Anteproyecto de Ley de Libertad Sexual, que fue aprobado en el Consejo de Ministros en el Consejo de Ministros. Pero como hemos visto una vez más con esta sentencia, cambiar una ley no es suficiente. ¡Por supuesto que queremos que las leyes reconozcan nuestros derechos! Pero este borrador no garantiza su propio cumplimiento si la judicatura que ha de ejecutar la ley sigue plagada de franquistas y machistas que nunca fueron depurados tras la caída del dictador.

Las pequeñas reformas o poner por escrito lo mismo que nosotras hemos conquistado luchando –como en el caso de la sentencia de La Manada de Pamplona– no van a solucionar nuestra situación. ¡Basta de medias tintas y de renuncias!

Es necesario ir más allá, empezando por depurar el aparato judicial de jueces y juezas machistas y franquistas, que nos golpean con sentencias salvajes como esta. Las instituciones del Estado han demostrado estos años a quiénes protegen: a una minoría y a sus privilegios. Por eso, tenemos que continuar organizándonos y movilizándonos en las calles, denunciando que este sistema nos condena a una vida de opresión y sufrimiento y que no queremos sus migajas. Queremos transformarlo por completo para vivir libremente nuestras vidas.

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