El Tribunal Europeo de Derechos Humanos que supuestamente debe garantizar el respeto de estos derechos y todas las libertades que ello conlleva, va a contar con María Elósegui como representante de España, una jueza que ha dejado claro a través de entrevistas y publicaciones sus opiniones homófobas, tránsfobas, machistas y que además simpatizan con el Opus Dei.

Solo hace falta leer algunos de sus comentarios en sus libros, artículos o declaraciones a la prensa para darse cuenta de que es de las menos indicadas para llevar a cabo esta función y que en absoluto hará avanzar a la justicia sino todo lo contrario. Para hacernos una idea de lo que estamos hablando basta dar un repaso a algunas de las perlas que esta jueza ha afirmado.

Homofobia y transfobia sin límites

Según ella únicamente los heterosexuales serán capaces de llevar una vida realmente sana y defiende que los transexuales deben someterse a terapias psicológicas y psiquiátricas, además de asegurar que la homosexualidad deriva en patologías, ¡como si estas condiciones fuesen una enfermedad! Además Elósegui atribuye a los homosexuales una conducta compulsiva y la necesidad de tener multitud de parejas por el único hecho de tener tal orientación sexual, cuando nada tiene que ver esta con las parejas sexuales que tengas a lo largo de tu vida. Parece sorprenderle mucho la reivindicación de que se puedan llevar a cabo modificaciones del género en los carnets sin que haga falta someterse a cirugía y defiende que no pueden existir identidades sexuales y personalidades neutras.

La identidad sexual no es ningún factor que condicione una vida sana o insana. Lo que si lo condiciona es este sistema heteropatriarcal que rechaza, humilla y trata de enfermos a quienes no son heterosexuales, esta opresión sí que ha provocado enfermedades tales como la depresión y que ha llevado a cantidad de personas a la automutilación y al suicidio, además de que hay demasiados casos de palizas y asesinatos contra quienes son de estas condiciones.

Es de esperar que nos cuestionemos si esta mujer se burla de los homosexuales y todos los que nos posicionamos en contra de su opresión cuando dice que ella no tiene nada contra la homosexualidad, mientras a la vez les trata de enfermos y pretende negarles derechos como el poder comprometerse, dando a entender que no pueden equipararse las relaciones homosexuales y las heterosexuales. Esto intenta argumentarlo diciendo que las relaciones que se respaldan son las que pueden producir descendencia, que las relaciones homosexuales no tienen efectos públicos. El tener o no descendencia no es una condición para llevar a cabo un matrimonio, hay gran cantidad de matrimonios heterosexuales que no tienen descendencia y para comprometerse no hacen firmar un contrato que obliga a la pareja a tener hijos, por lo que eso no es motivo para arrebatar a los homosexuales su derecho a comprometerse, además de que estas personas pueden tener algún hijo en custodia, pueden adoptar o pueden recurrir a la reproducción asistida. Aunque esta mujer entre otros muchos pretendan buscarle algún motivo de peso a la negación del derecho al matrimonio a las parejas homosexuales, realmente el único motivo que tienen son sus rancios prejuicios homófobos.

Por otra parte, se cree en la posición de decidir cuál es la mejor solución para las personas transexuales asegurando que son preferibles las terapias psicológico-psiquiátricas en vez de cirugías que se cubran con dinero público. Quien decide que es lo que necesita, son estas personas, no ella y están en su derecho de no hormonarse, de hacerlo, de operarse o lo que vean necesario y esto sí, debería cubrirlo la sanidad pública. Es de esperar que una tránsfoba, conservadora y simpatizante del Opus Dei seguramente prefiera que se reserven estos fondos para otras cuestiones como financiar centros religiosos.

“Las mujeres hoy no quieren emanciparse de nada”

Según Elósegui, ‘‘Las mujeres hoy no quieren emanciparse de nada’’. ¿En nombre de qué mujeres está hablando? ¿de quienes sufrimos una violencia sistemática desde que nacemos solo por haber nacido mujeres trabajadoras?, ¿de quienes estamos en amenaza constante de sufrir agresiones sexuales, psicológicas, físicas que en demasiadas ocasiones son llevadas hasta el asesinato?, ¿de esas que somos tratadas como trozos de carne, objetos que puedes pisar, someter, violar y humillar? ¿de esas a quienes se nos ha intentado educar para ser sumisas y débiles, además de para permanecer a la sombra de los hombres? ¿de las que cobramos menos por simplemente ser mujeres haciendo el mismo trabajo que nuestros compañeros? La lista se hace interminable, pero está claro que no parece estar hablando por ninguna de nosotras. La opinión de Elósegui también la comparten muchas mujeres de clase dominante que se benefician de esta situación y les conviene perpetuarla ¿cómo no iba a venirles bien pagar menos a las trabajadoras solo por ser mujeres? esta práctica aumenta jugosamente sus beneficios. Esta situación nos hace llevar una vida más miserable a la mayoría solo por nacer mujeres trabajadoras y si, tenemos mucho de lo que emanciparnos. Algunos pretenden normalizar esto, para que pensemos que lo que hay es la única opción y que siempre será así, para que nos arrodillemos y soportemos la vida que nos ha tocado. Para su desgracia, cada vez somos más las que nos concienciamos y nos organizamos para romper con este sistema capitalista y heteropatriarcal que nos asfixia en beneficio de una minoría y que es la causa de nuestras condiciones de miseria.

‘‘El condón puede fomentar el abuso sexual’’

Entre las barbaridades que cita esta mujer podemos encontrar la de que el condón puede incluso fomentar el abuso sexual, ya que el violador se asegura así de no dejar embarazada a la víctima. ¿Desde cuando el violador se preocupa lo más mínimo por la victima? estamos hablando de degenerados que fuerzan a una mujer contra su voluntad para mantener relaciones sexuales a pesar de las consecuencias y el sufrimiento que eso suponga para la víctima. Es sencillamente absurdo plantear que un violador vaya a preocuparse de ponerse un condón ni que la existencia de el condón va a condicionar el que se viole o no a la víctima.

El condón es un método anticonceptivo que ha permitido a millones de personas tener mayor control sobre su cuerpo, pudiendo disfrutar del sexo sin que ello suponga el riesgo de exponerse a enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados. El condón lo que permite es poder practicar sexo seguro, lo que resulta bastante incómodo para la moral que defienden y difunden rancios como esta señora que entienden que el sexo es pecado. Y es que en sus artículos opina directamente que la causa de la transmisión de las ETS es el tener gran cantidad de relaciones sexuales y obvia el papel crucial que juegan las medidas de protección que he comentado anteriormente, lo más ridículo es que dice sostener este argumento en estudios de los que no da detalles.

‘‘El aborto ilegal no aumenta las muertes de mujeres’’

Hay afirmaciones de Elósegui que son surrealistas, como la de que ‘‘no es cierto que el hecho de que el aborto sea ilegal implique más muertes de mujeres por abortos clandestinos’’. La ilegalización del aborto impide que exista una opción segura para aquellas que no quieren tener al hijo que están gestando, lo que no hace otra cosa que obligar a las mujeres que no tienen los medios para viajar a donde se le pueda realizar un aborto seguro a recurrir a medios que no son seguros, tales como abortos clandestinos o métodos rudimentarios, lo que en muchos casos deja secuelas a la madre y puede provocar terribles problemas de salud o incluso la muerte. La otra opción que tienen esas personas es tener a la criatura, lo que supone una carga extra que les ocupará tiempo además de empeorar su economía a lo que se le añade todo lo que supone el hecho de gestar y parir. Tener un hijo puede ser algo deseado y maravilloso pero lamentablemente también para muchas mujeres tener un hijo puede suponer la pérdida del empleo (ya que es muy usual que las mujeres sean despedidas al quedar embarazadas), o tener que abandonarlo para ocuparse de él hasta que tenga un mínimo de independencia (pasarán años hasta entonces) lo que la encerrará en el hogar, además tendrá que alimentar a otra persona para lo que puede no tener los fondos suficientes (lo que puede derivar en el hambre de ambos). Son muchas las razones que pueden echar atrás a una mujer a la hora de gestar un hijo y conforme aumenta la austeridad estas cada vez están más presentes. Obligar a traer una nueva vida condenándola a ella y a la madre a estas condiciones es una crueldad, pero esto no parece importarle a Elósegui entre otros que apuestan por poner obstáculos para que la mujer no pueda tener total control de su cuerpo, (lo que supondría tener mayor control sobre su vida).

Imponiendo la moral católica en las escuelas

Elósegui se posiciona en contra de que se imparta la educación sexual a los menores sin el consentimiento de los padres. La educación sexual es algo básico para nuestro desarrollo y debe tratarse abiertamente, una correcta educación sexual nos permitirá hacer avanzar a la sociedad eliminando prejuicios implantados por este tipo de moral, para así combatir la homofobia, la transfobia y el reparo en general de disfrutar de la sexualidad de cada uno. Para esto es necesario informar de los medios anticonceptivos existentes, explicar cuales además son una protección contra las ETS y tratar con la naturalidad que merece las orientaciones sexuales.

Es de esperar que tras ver todas estas posturas, también nos encontrásemos con la de defender la impartición obligatoria de la religión en las escuelas. La educación un gran medio para influir en la sociedad, para orientar su pensamiento en una u otra dirección, ya que nos desarrollamos con ella desde que apenas sabemos hablar. Las creencias religiosas son algo privado que debe ser respetado, pero el adoctrinamiento en ideas como el machismo o la homofobia financiado además con dinero público a través de los colegios e institutos públicos es algo inaceptable. En cambio la educación pública, laica, científica y de calidad – lo que nosotras defendemos – es algo que personajes como esta jueza no pueden soportar.

Haciendo la justicia más injusta.

Los que son como Elósegui básicamente ayudan a mantener y reforzar la intolerancia, el machismo y la opresión a través de la “justicia” y en definitiva hacen de esta todo lo opuesto de lo que debería ser. Este tipo de jueces son los que juzgan a las víctimas de abusos y las culpan de haber sido violadas, maltratadas, son los que humillan a transexuales como Cassandra llamándoles por su antiguo nombre. Los mismos que condenan a tuiteros, raperos, activistas combativos, madres que pretendían proteger a sus hijos como Juana Rivas... pero que a la vez otorgan impunidad a fascistas, maltratadores, proxenetas y corruptos. Es simplemente escandaloso que ella sea la representante de España en el TEDH, nadie que tenga estas ideas debería serlo. Esta situación deja bien clara la esencia machista que tiene la justicia española y la elección de este tipo de personajes perpetúa que sea así.

Pero por mucho que se nos pretenda imponer este tipo de justicia otorgando estos cargos a gente como Elósegui ya hemos comprobado más de una vez que por medio de la movilización y la lucha en la calle la gente organizada y combativa es capaz de exigir y llevar a cabo soluciones justas para los distintos casos de maltrato machista, homofobia, transfobia, agresiones fascistas... y a estos métodos seguiremos recurriendo. Si no escuchan en los tribunales, escucharan las voces de los megáfonos en la calle. Solo el pueblo salva al pueblo.